En Nehemías 2 nos dice que Nehemías tuvo la oportunidad de explicarle al rey Artajerjes por qué estaba triste y que el corazón del rey se ablandó al escucharlo; por eso, permitió a Nehemías que regresara a Jerusalén a fin de ayudar a reconstruir los muros de la ciudad.
Cuando se enteró que los muros que rodeaban Jerusalén habían sido destruidos, Nehemías le pidió permiso al rey de Persia de ir a Jerusalén para ayudar a reconstruirlos. A pesar de la oposición, los judíos reconstruyeron con éxito los muros de Jerusalén.
y dije: «Oh SEÑOR, Dios del cielo, Dios grande y temible que cumples tu pacto de amor inagotable con los que te aman y obedecen tus mandatos, ¡escucha mi oración! Mírame y verás que oro día y noche por tu pueblo Israel. Confieso que hemos pecado contra ti.